En muchas ocasiones sentimos una tristeza profunda, miedos que no entendemos, bloqueos que parecen no tener causa aparente, o repetimos patrones de vida que quisiéramos evitar. A veces pensamos que se trata de algo que hicimos mal o que simplemente somos así. Sin embargo, lo que las Constelaciones Familiares han revelado una y otra vez es algo profundamente liberador: el dolor que sentimos a veces no es nuestro, sino que lo llevamos por amor a alguien de nuestro sistema familiar.
Cargas invisibles por amor
Desde el enfoque sistémico, se entiende que todos pertenecemos a un sistema familiar que va más allá de lo biológico. Este sistema opera con una lógica profunda: busca la inclusión, el equilibrio y el orden. Cuando alguno de estos principios es interrumpido —por ejemplo, por la exclusión de un miembro, un duelo no elaborado, un aborto silenciado, o una injusticia no reconocida— el sistema buscará compensarlo.
Y lo hace, muchas veces, a través de las generaciones siguientes. Es así como un nieto puede llevar la tristeza de un abuelo al que no conoció. O una mujer puede sabotear su relación por lealtad inconsciente a una tía que murió de desamor. Lo hacen desde un amor profundo, infantil, ciego. Un amor que dice: “Yo lo cargo por ti, con tal de que tú no sufras más”.
Reconocer para liberar
Lo más poderoso es que no necesitamos entender todo con la mente. A veces basta con mirar de frente esa historia, reconocerla y devolver lo que no nos corresponde. Eso no es rechazo, es respeto. Es un acto de amor consciente.
Una constelación permite hacer visible ese movimiento: pone ante nuestros ojos lo que antes estaba oculto. Y cuando eso se ve con el corazón, se abre un nuevo camino. El constelante puede entonces decir internamente:
“Querido abuelo, querida madre, ahora veo tu destino. Lo respeto. Y desde hoy te honro tomando sólo lo que me corresponde. Gracias por darme la vida.”
Vivir más livianos
Liberarnos de estas cargas emocionales invisibles no significa olvidar, ni cortar vínculos, sino tomar nuestra vida con más fuerza, desde nuestro lugar, sin ocupar un destino que no es nuestro. Esto permite que el amor vuelva a fluir, de forma ordenada, ligera y sana.
¿Has sentido que llevas una carga que no te pertenece?
Las constelaciones familiares pueden ayudarte a descubrir y soltar eso que no es tuyo, pero que cargas con amor.
Si quieres agendar una sesión individual o grupal, contáctanos. Estás muy bienvenido(a).